jueves, 10 de mayo de 2018

Destinados a encontrarnos.

   Raquel Díaz | Autopublicado | 256 págs | 13.00€ | Español | Comprar aquí
Hay veces en la vida, que crees que ya no hay forma de recuperar lo perdido, y asusta; sobre todo, cuando te das cuenta de que te has perdido a ti mismo. Desde que Claudia se fue, Cristian no ha vuelto a ser el que era. De repente, su corazón se ha convertido en hielo, ha dejado de sentir: ahora sabe que no todo es posible. No quiere enamorarse —de hecho, no cree que pueda volver a hacerlo en la vida—, hasta que Catalina aparece y, sin quererlo, permite que lo haga para quedarse. Pero antes de empezar una nueva historia, debe cerrar otras, terminar los capítulos que quedan pendientes y zanjar todo aquello que le haga permanecer anclado en el pasado. Si leíste Bienvenidos a mi caos, te enamoraste de Cristian y sentiste que merecía más, sin duda, esta es tu novela.

Hace bastante tiempo, conocí la primera novela de  Raquel Díaz su portada me encantó y me pareció llamativa, sin embargo, por muchos motivos, no pude hacerme con él. No hace mucho, me dí cuenta de que tenía el precio justo en amazon. Mis treces euros estaban esperando ansiosos ser gastados en algo y yo sentí que era una señal. Debía comprar el libro de Raquel y leerla de una vez por todas. Las buenas críticas y la insistencia de Alejandra Rodríguez no paraban y yo pensé en ese mismo instante que debía darle la oportunidad que se merecía.

'[...] cuando menos lo esperas, de repente aparece alguien que te hace vibrar de nuevo, alguien a quien tú no quieres dejar entrar en tu vida, ni quieres prometerle amor eterno, pero entra y se queda para siempre porque forma parte de tu destino'.

Voy a empezar comentando la trama de la novela, la cual me ha recordado mucho a Elísabet Benavent, pero con la esencia y el estilo de Raquel. La verdad es que es una historia con bastantes altibajos y además, cuenta con muchos giros argumentales. La historia está contada bajo la voz de Cristian y el narrador es, como a mí me gusta, en primera persona. A su vez, cuenta con narradores externos, quiero decir, la autora ha introducido escenas dónde el narrador no es Cristian y que nos ayuda a saber y conocer las circunstancias de los otros personajes. Como he dicho en mi instagram, he decidido comenzar el libro esta mañana en el metro mientras iba de camino a la facultad y ahora, a las cuatro de la tarde ya lo he terminado, por lo que puedo decir que engancha muchísimo y que a pesar de no contar con una trama misteriosa, te gusta saber qué es lo que va a pasar. Todo ha ido a su medido tiempo y la verdad es que no he notado ningún tipo de relleno ni por supuesto, rapidez a la hora de relatar la novela. Raquel se mantiene en su línea desde el principio, hasta el final, cosa que es más que admirable.

Prosigo la reseña hablando de los personajes y he de decir que he conectado con todos. Al principio, tengo que admitir que los amigos del protagonista no me gustaron nada, pero no porque no estuviesen bien construidos ni mucho menos, sino porque me caían mal, así, directamente, sin anestesia. También, he de confesar que a veces mi enfado con Cristian ha sido monumental. A medida que he ido avanzando, les he ido cogiendo cariño y todos han ido cambiando en función de las escenas. Considero que son redondos y se pueden conocer en su totalidad, tanto física como psicológicamente. Todos tienes unas acciones y decisiones que lo caracterizan y tú, como lector, eres capaz de saber cómo van a reaccionar ante lo que se da en la novela. 

En lo referente a la estructura del libro, es algo que me ha gustado muchísimo. Cuenta con cuarenta y dos capítulos a lo largo de sus páginas, por lo que podemos decir con seguridad que son capítulos bastante cortos, algunos no llegan a las seis páginas. Todo está bien estructurado, y la verdad es que no se me ha hecho un final precipitado, como he dicho anteriormente, la estructura está muy bien elegida. En cuanto a la maquetación en papel está bastante bien y cuidada y cuenta con unos separadores que enamoran. Los principios de capítulos tienen la misma letra de la portada y la verdad, que es un detalle que muestra el cuidado que ha tenido Raquel con su bebé.

'El amor. Sólo eso es capaz de dártelo todo o arrebatártelo del mismo modo. Sólo el amor puede hacer vibrar un corazón que anteriormente estaba dormido a la vez que tiene el poder de destruirte por completo y convertirte en alguien que no eres, y es que a veces la única manera de sobrevivir es convirtiéndote en piedra, porque cuando alguien o algo consigue romperte por completo… Es muy difícil recomponerse'.

La pluma de la autora es algo que me ha gustado muchísimo. No puedo evitar acordarme de Alejandra Rodríguez mientras escribo esta parte de la novela, puesto que tienen una manera muy parecida a la par que diferente. Cada una tiene su estilo, sí, pero una me recuerda a la otra. Su manera de expresarse es muy coloquial, formal, sin utilizar expresiones muy revesadas que sobrepasan lo real, que marean o que evaden de la lectura. En muchas ocasiones, los autores intentan hacer unas frases tan trabajadas que ni te enteras de lo que estás leyendo, en mi opinión, por supuesto. Esto no ocurre con Raquel puesto que gracias a su pluma, el libro y sus personajes se hacen muy amenos, demasiado, diría yo. El vocabulario es exactamente igual que la manera en la que tiene de relatar las cosas, muy cercano al lector. Utiliza unas expresiones que cualquiera dice en su día a día. Como muchos sabéis, odio la erótica y cualquier escena sexual relatada en cualquier libro y siempre,termino saltándomela, a salvo de algunas excepciones. En ellas, incluyo a Raquel, puesto que a pesar de que no me han gustado, no porque no estén bien relatadas, sino por mis gustos, las he leído sin pasar a la página siguiente y con especial atención.

En conclusión, ha sido el principio de una bilogía maravilloso. Estoy totalmente segura de que continuaré con el siguiente libro en cuanto pueda hacerme con él, porque la verdad es que me he quedado con muchas ganas de saber qué ocurre con Cristian y Catalina, con todo lo que les rodea. Un libro cargado de emoción, amistad y sentimientos muy bien llevados, sin perder el ritmo desde la primera página que harán que no te despegues de sus hojas ni tan siquiera un minuto.